La rematriación se extiende mucho más allá de propiedades físicas para abarcar dimensiones culturales, espirituales y ecológicas del cuidado de la tierra. No es simplemente un gesto simbólico, sino una transferencia real de acceso, cuidado, y poder de toma de decisiones, revirtiendo siglos de despojo a través de la colonización.
"En nuestra cosmología, estamos íntimamente conectados a la tierra; somos la tierra y la tierra somos nosotros. Ser los guardianes originarios de la tierra no es una mera tarea; es un paso esencial en la restauración de nuestro Pueblo. Tenemos tanto el derecho como la responsabilidad y deber de cuidar de nuestras tierras y territorio, de gestionar, determinar y decidir la mejor manera de cuidar y usar los recursos naturales y los ecosistemas de nuestra Madre, asegurando su sostenibilidad." — Naniki Reyes Ocasio, Caney Orocovix
La rematriación centra el papel sagrado y dador de vida de la tierra como una Madre y restaura los valores matriarcales, prácticas espirituales, y responsabilidades culturales interrumpidas por la colonización. Es un regreso a las cosmovisiones indígenas donde la tierra no se posee sino que se relaciona con ella y se cuida.
"Rematriación va más allá de recuperación y restauración de tierras. Es una manera de vivir en armonía y con respeto a la Naturaleza, reconociendo que somos parte de ella y no dueños, que llegamos últimos y queremos coexistir en una relación simbiótica en vez de parasitaria reconociendo sus límites." — Yaki Urrukuní Negrón Flores, Kan de la Sierpe
La rematriación incluye compromisos con prácticas sustentables de cuidado de la tierra lideradas por indígenas, alineadas con sistemas de conocimiento ecológico ancestral. Involucra:
Restauración espiritual: Reconexión con sitios ceremoniales sagrados y prácticas ancestrales
Revitalización cultural: Preservación y enseñanza de tradiciones, idiomas, y conocimientos tradicionales
Sanación ecológica: Implementación de métodos de cuidado ambiental indígenas que honran la biodiversidad y la sustentabilidad
Soberanía alimentaria: Cultivo de alimentos ancestrales y prácticas agrícolas tradicionales
"Usaremos estas tierras para soberanía alimentaria y sanación de todos esos hombres y mujeres que sufren por mucho tiempo los males de la colonización y extracción española real y estadounidense." — Balaa'ni Díaz
Mientras que los movimientos tradicionales de recuperación de tierras se enfocan en la devolución de territorios, la rematriación enfatiza la restauración de relaciones sagradas y responsabilidades hacia la tierra. Es un enfoque matriarcal que honra a la tierra como dadora de vida, no como propiedad a ser poseída, sino como un ser sagrado con quien tenemos reciprocidad y responsabilidad.
Nuestro trabajo en Boriké se une a una red global de pueblos indígenas que reclaman sus territorios ancestrales. Desde los pueblos Maorí en Aotearoa (Nueva Zelanda) hasta las naciones tribales en América del Norte, el movimiento de rematriación resuena a través de continentes, culturas, y contextos coloniales.
Esta lucha trasciende fronteras porque el despojo colonial siguió patrones similares en todo el mundo: la separación violenta de los pueblos indígenas de sus tierras sagradas, la imposición de sistemas extractivos, y el borrado sistemático de conocimientos y prácticas tradicionales.
La rematriación en Boriké establece un precedente crucial para la descolonización en todo el Caribe. Durante los últimos 530 años de colonialismo en Boriké, dos imperios han cometido actos de genocidio, ecocidio, esclavitud, destrucción de la tierra, extracción industrial de oro, metales preciosos, agua, turismo, desplazamiento poblacional, desarrollo desmedido, la imposición de prácticas agroquímicas, la militarización, bombardeo de Vieques y Culebra, y la experimentación en la tierra, en los humanos. Ahora, de nuevo con incentivos monetarios, los imperios voraces le roban a los compueblanos del archipiélago los fondos que se supone se usen para reinvertir en escuelas, el sistema de salud, carreteras y restauración de tierras destruidas por corporaciones. El daño ecológico, humano y ancestral es incalculable.
No hay manera de restaurar el daño hecho a nuestro Pueblo que ha sido desplazado violentamente de su territorio; esto es un primer paso mínimo hacia el largo camino de algún tipo de restitución.
"Esto es más que la devolución de tierra — esto es la devolución del aliento, de la memoria, de la dignidad. Landback es una acción política radical y ancestral que rompe con el despojo legalizado. Es el inicio de una restitución concreta, donde estamos sanando generaciones marcadas por la separación forzada de nuestros hogares ancestrales. Esto no es simbólico, es territorio recuperado, soberanía ejercida y autodeterminación puesta en práctica frente a un sistema que históricamente nos ha negado todo." — Pluma Bárbara Moreno Torres, Organización CAN
Nuestra alianza se mantiene en solidaridad con comunidades en primera línea, amplificando voces indígenas y honrando la conexión profunda entre tierra, identidad, y supervivencia cultural. Reconocemos que nuestras luchas están interconectadas:
Resistencia a oleoductos en territorios de Pueblos Originarios
Protección de bosques sagrados en comunidades amazónicas
Defensa de recursos hídricos en tierras indígenas australianas
Preservación de sitios ceremoniales ante el desarrollo urbano
Nuestra rematriación representa una victoria que reconoce la presencia continuada, identidad, y soberanía de los pueblos indígenas Taínos a pesar de siglos de borrado colonial. Este precedente abre caminos para:
Reconocimiento legal de derechos indígenas en el Caribe
Establecimiento de marcos jurídicos para futuras rematriaciones
Validación de identidad indígena en contextos post-coloniales
Inspiración para otros movimientos de liberación territorial