La destrucción y extracción durante los pasados 530 años por dos imperios voraces es incalculable. Han minado oro, agua y otros recursos preciosos, experimentado en la tierra y los humanos, y continúan explotando las tierras con incentivos fiscales que roban a los ciudadanos del archipiélago fondos para reinvertir en escuelas, carreteras, y restauración de tierras destruidas por corporaciones.
"Tenemos derecho a cuidar de nuestras tierras, manejar y decidir cómo mejor cuidar los recursos naturales y ecosistemas de nuestra Madre para asegurar su sostenibilidad. El corazón de la Rematriación y Recuperación de Tierras es la restauración de la soberanía de los pueblos." — Naniki Ocasio Reyes, Caney Orocovix
La rematriación es fundamentalmente un asunto de justicia ambiental. Los pueblos indígenas, que representan menos del 5% de la población mundial, protegen el 80% de la biodiversidad restante del mundo. Nuestros sistemas de conocimiento tradicional ofrecen soluciones probadas para:
Crisis climática: Prácticas sostenibles de manejo de tierras
Pérdida de biodiversidad: Conservación basada en la comunidad
Degradación del suelo: Agricultura regenerativa ancestral
Contaminación del agua: Protección de cuencas hidrográficas sagradas
"Usaremos estas tierras para soberanía alimentaria y sanación de todos esos hombres y mujeres que sufren por mucho tiempo los males de la colonización y extracción española real y estadounidense."
La rematriación permite:
Revitalización del idioma: Enseñanza en espacios culturalmente apropiados
Transmisión de conocimientos: Aprendizaje intergeneracional en tierras ancestrales
Prácticas ceremoniales: Acceso a sitios sagrados para rituales tradicionales
Artes y artesanías tradicionales: Cultivo de materiales y enseñanza de técnicas ancestrales
Sistemas alimentarios tradicionales: Cultivo y preparación de alimentos ancestrales
La rematriación restaura nuestro derecho fundamental a la autodeterminación. Significa que podemos:
Tomar decisiones sobre nuestras tierras ancestrales
Implementar nuestras leyes y sistemas de gobernanza tradicionales
Controlar nuestros recursos según nuestros valores y necesidades
Educar a nuestros niños en nuestras tradiciones y idiomas
Practicar nuestra espiritualidad sin interferencia externa
Esta es una continuación de lo que nuestros ancestros lucharon, del trabajo que ha sido hecho asiduamente durante generaciones y generaciones. Plantaron semillas de soberanía y amor de nuestra tierra, nuestras culturas, y todos los seres vivientes.
Este esfuerzo es para aquellos que vinieron antes que nosotros, aquellos que están aquí ahora y aquellos que aún no han nacido.